Itinerario - Filipinas: aventura, playas y tradiciones

Los vuelos desde/hacia España no están incluidos en el paquete, así que puedes elegir

desde qué aeropuerto salir, a qué hora y con qué aerolínea… ¡libertad total para organizarlo a

tu gusto!

Llegada y check-in en el hotel de Cebú. ¡Aquí comienza el reencuentro del grupo! Una vez

instalados, es hora de empezar a explorar la ciudad… tal vez visitando algún mercado local.

Y por la noche, ¡brindamos todos juntos por el comienzo de este viaje en la azotea de uno de

los muchos rascacielos de la ciudad!

El día empieza temprano, pero hay una buena razón para salir de la cama: ¡el viaje en autobús que nos llevará a las espectaculares Kawasan Falls. Estas cascadas son famosas por sus aguas turquesas y por tener varios niveles con piscinas naturales en las que podemos nadar y disfrutar de un refrescante y emocionante chapuzón.

Por la tarde, al regresar, nos damos un merecido descanso con un aperitivo o tal vez un masaje en un spa local. Al atardecer, cenamos platos locales mientras nos preparamos para el siguiente día de aventura.

Moalboal es famosa por sus playas de arena blanca, rodeadas de palmeras y bañadas por aguas turquesas. Por la mañana podremos hacer snorkel con bancos de sardinas o simplemente relajarnos en White Beach, y por la noche celebramos en alguno de los bares frente al océano.

Hoy madrugamos mucho, pero la emoción vale la pena: ¡vamos rumbo a Oslob para nadar con tiburones ballena!

Después de esta experiencia única por la mañana, nos dirigimos al ferry que nos llevará a Siquijor, donde llegaremos por la tarde para terminar el día en este rincón paradisíaco. En Siquijor, nos espera una tarde de total relax en playas de arena blanca y aguas turquesa, como sacadas de una postal. ¡Nos dejaremos llevar por el ritmo de la isla!

La isla de Siquijor está envuelta en un halo de misterio y antiguas leyendas que se mezclan con la belleza natural de este remoto rincón de Filipinas.

Por la mañana, nos sumergimos en sus aguas cristalinas, mientras contemplamos los acantilados cargados de secretos.

Exploramos selvas y caminos sinuosos, escuchando el canto de los pájaros tropicales y el susurro de las palmas. En el camino, conocemos a locales que nos compartirán historias ancestrales de espíritus y presencias mágicas que habitan la isla.

Después de un buen desayuno, nos dirigimos al puerto de Siquijor. Subimos al ferry y nos dejamos llevar por las olas mientras disfrutamos de la brisa marina.

Llegamos a Panglao, una isla encantadora en Bohol, famosa por sus aguas cristalinas y playas de arena. Una vez en el hotel, nos relajamos en la playa con un buen cóctel en mano. Por la noche, ¡nos esperan música en vivo y bailes bajo las estrellas!

Salimos al amanecer para un emocionante día de exploración en Bohol. Nuestra primera parada: ¡los tarseros! Estos diminutos primates, los más pequeños del mundo, nos cautivarán mientras se mueven entre los árboles. Luego, nos sumergimos en la cultura local descubriendo la cocina filipina. Probamos platos auténticos llenos de sabores intensos. Terminamos el día en las impresionantes Chocolate Hills, un paisaje onírico de colinas con formas y colores únicos.

Hoy nos tomamos el día con calma: exploramos la vida auténtica filipina paseando por las calles, entrando en pequeñas tiendas y comiendo en restaurantes locales. No puede faltar una visita a los mercados con sus coloridos puestos de frutas frescas como mango, piña o papaya...¡delicioso!

Por la tarde, tal vez hagamos algo de buceo o disfrutemos de un masaje, antes de despedir el día con un último aperitivo al atardecer.

Dejamos atrás la encantadora Bohol para volver a Cebú.

Nos sumergimos en el bullicio de sus calles, dejándonos llevar por la energía vibrante de esta metrópolis y sus rincones pintorescos. Al caer la noche, nos encontramos para el último aperitivo, una cena bajo las estrellas y la gran fiesta de despedida. Este capítulo se cierra, pero los recuerdos quedarán para siempre.

Nos despedimos de Filipinas y de este maravilloso archipiélago que nos recibió con los brazos abiertos. Con un nudo en la garganta, llega el momento de regresar a casa… Sin duda, volvemos más enriquecidos en espíritu y en corazón. ¡Hasta la próxima aventura con WeRoad! ¡Adiós, Filipinas!