Itinerario - Patagonia: de la Tierra del Fuego a Buenos Aires
Bienvenidos a Buenos Aires
Check-in y bienvenida
Los vuelos ida/vuelta España no están incluidos en el precio del viaje así podrás decidir desde dónde salir, a qué hora y con qué compañía aérea prefieres. ¡Lo hacemos así para darte la máxima libertad de elección! Check-in en el hotel de Buenos Aires y cena de bienvenida. Será el momento perfecto para conocernos mejor y empezar a probar algún plato típico argentino: dicen que aquí cocinan la carne tan sumamente bien que incluso se puede cortar con una cucharilla, ¡y nosotros lo vamos a comprobar personalmente en un restaurante del centro de la ciudad! Los que no sufran mucho el jet lag, podrán seguir la marcha en algún bar e incluso atreverse con un tango.
Ushuaia: la ciudad del fin del mundo
Hasta el fin del mundo
Hoy toca madrugar: ¡comienza nuestra aventura en la Patagonia! Cogemos un vuelo nacional rumbo... ¡al fin del mundo! Nuestro destino es Ushuaia, una ciudad situada en el paralelo 55. Aquí, en diciembre, el sol no se pone nunca. Los argentinos la han apodado como "la ciudad del fin del mundo", aunque el récord se lo lleva Puerto Williams, una localidad chilena situada 5 km más al sur. Empezamos a explorar los alrededores y a acostumbrarnos a la belleza natural que nos espera en los próximos días. En Ushuaia, parecerá como si cerráramos un círculo: esa atmósfera apacible nos hará sentir lejos del resto del mundo y nos regalará la sensación de haber aterrizado en otro planeta. El ajetreo y la rutina que vivimos cada día aquí no tienen cabida, y nos sentimos libres para disfrutar de la paz y la serenidad de estos lugares.
La naturaleza alrededor de Ushuia: del Canal de Beagle a los pingüinos
Isla Martillo y sus pingüinos
Hoy tenemos un día entero para descubrir Ushuaia y la naturaleza que la rodea. Sería imperdonable llegar hasta aquí y no navegar por las aguas del Canal de Beagle: los que quieran, podrán abandonar la tierra firme y zarpar hacia el horizonte. A un lado las cumbres nevadas de Isla Grande, y al otro, la costa de Chile: las mismas vistas que vio Magallanes en 1520, cuando pasó por aquí buscando un camino para cruzar las Américas. La fauna de estas aguas e islas es increíble, y si tenemos suerte, podremos vivir la emoción de avistar alguna ballena. No faltarán los leones marinos, cormoranes y pingüinos que cada año, entre noviembre y marzo, anidan en Isla Martillo. Por otro lado, los que prefieran seguir con los pies en la tierra, tendrán la oportunidad de empezar con unas horas de trekking en el Parque Nacional de Tierra del Fuego, que será el protagonista del día siguiente.
Hacia Punta Arenas entre paisajes impresionantes
On the road
Este día nos esperan muchas horas de viaje inmersos en un paisaje extraordinario: atravesamos la Tierra del Fuego hasta llegar a las aguas del estrecho de Magallanes y a Punta Arenas, la capital de la Antártida chilena. Admirar el estrecho es algo mágico e indescriptible: hasta 1920, año en que se inauguró el canal de Panamá, era el único punto donde se unían los océanos Atlántico y Pacífico, y la única forma de cruzar el continente americano por mar. Una vez que llegamos a Puerta Arenas, recargamos las pilas después de tantas horas de viaje y aprovechamos también para probar el cangrejo gigante, uno de los platos típicos de esta región.
El Parque Nacional Torres del Paine
Inmersión en la naturaleza
El Parque Nacional Torres del Paine, reserva de biosfera de la Unesco, merece todo el camino recorrido hasta ahora. Si sois de los que siempre han soñado con la Patagonia, seguro que os viene la imagen de las tres torres que se alzan majestuosas sobre el lago cristalino de Mirador Base. Preparaos para quedaros con la boca abierta y no os dejéis llevar por el afán de fotografiarlo todo: vamos a intentar vivir el momento y disfrutar de estas horas en contacto con la naturaleza más pura. El parque ofrece muchas excursiones y trekkings, pero para visitarlo todo necesitaríamos más de una vida. Lo que no nos podemos perder son algunos puntos clave, como el mirador Nordenskjöld, el lago Pehoé o el magnífico lago Grey, salpicado de icebergs.
El Calafate: el imponente Perito Moreno
La tierra de los glaciares
Nos despedimos del parque Torres del Paine en dirección a El Calafate, capital nacional de los glaciares, como puede leerse en el cartel que nos da la bienvenida a la ciudad. De hecho, aquí se encuentra el glaciar más famoso y más grande del mundo, y uno de los pocos que no retrocede, sino que avanza dos metros al día: el gran Perito Moreno. Tenemos dos días para dedicar a esta majestuosidad. No podemos evitar hacer una primera parada en uno de los puntos panorámicos sobre las pasarelas que dan al glaciar. Desde aquí esperamos en silencio a que se produzca la magia: ese momento en el que un bloque de hielo se desprende para hundirse en el lago que se encuentra a sus pies. Los crujidos y estruendos que produce esta inmensa fuerza de la naturaleza serán nuevos sonidos que nunca olvidaremos. Después, podemos hacer alguna excursión, en barco para acercarnos aún más al Perito Moreno o, para los más aventureros, en kayak. Una actividad que no puede faltar para los que llegan hasta aquí es un trekking sobre el glaciar. Además, también tendremos tiempo para relajarnos en un spa local o para visitar alguna hacienda típica.
El Chaltén: entre el Fitz Roy y el Cerro Torre
¡Paisajes y trekkings espectaculares!
A unas 3 horas en coche de El Calafate se encuentra la localidad de El Chaltén, en la parte norte del parque Los Glaciares. Pasaremos dos días rodeados de un paisaje impresionante ¡y tendremos que prepararnos para largas caminatas al más puro estilo "Into The Wild"! Aquí se encuentran los picos más altos de la región que, junto con sus lagos, glaciares y bosques, forman uno de los lugares más extraordinarios del país. A los pies de El Chaltén se encuentran los picos del Fitz Roy (3405 m) y del Cerro Torre (3102 m) que, además de ofrecernos unas vistas increíbles, ¡nos ofrecerán la oportunidad de realizar muchas rutas de trekking! Podemos optar por una caminata hasta la base del monte Fitz Roy, que se eleva a más de 2000 metros, y luego descender por lagos de color turquesa de vuelta a El Chaltén, pasando por el glaciar Piedras Blancas y las lagunas Madre Hija y De Los Tres, situados en el corazón del mágico paisaje y la fauna silvestre del parque.
Buenos Aires
De vuelta a la capital
Muy a nuestro pesar, ha llegado el momento de abandonar estas tierras en los confines del mundo. Cogemos un vuelo nacional de vuelta a Buenos Aires para sumergirnos en el ambiente más cálido de Sudamérica. Después de tantas aventuras en la Patagonia, podemos concedernos una tarde de relax recorriendo los comercios del barrio de Palermo y hacer algunas compras por las tiendas vintage de las calles hipsters.
Buenos Aires, entre la Plaza de Mayo y La Boca
Descubriendo la ciudad
Tenemos todo el día para explorar la ciudad y probar la comida local. Comenzamos en la Plaza de Mayo, el corazón de la ciudad, y recorremos la Avenida 9 de Julio, la avenida más ancha del mundo. No puede faltar una visita al Café Tortoni, el bar más antiguo de Argentina, y a la librería El Ateneo, un antiguo teatro que hoy en día es una de las librerías más bonitas y originales del mundo. Nos adentramos en La Boca para pasear por las coloridas casas del Caminito, la calle más famosa del barrio, donde los bailarines de tango hacen gala de sus habilidades. Todo ello acompañado de empanadas, locro, dulce de leche y, por supuesto, mate, la infusión a base de hierbas que los argentinos toman a todas horas.
Volvemos a casa
Check-out y despedida
Es hora de decir adiós. Después de haber compartido 13 días de aventuras en el fin del mundo será imposible despedirnos sin una sonrisa, ¡pero siempre listos para nuevas aventuras!
