Itinerario - México Adventure
Bienvenidos a México
Ciudad de México: encuentros y check-in
Los vuelos ida/vuelta desde España no están incluidos en el precio del viaje, por lo que puedes decidir desde dónde salir, cuándo y con qué compañía aérea prefieres.
Check-in en el hotel de Ciudad de México y reunión de bienvenida. Calentemos motores y salgamos a las calles de esta increíble ciudad: tacos, guacamole y... ¡tequila para todos!
Descubriendo la Ciudad de México
Teotihuacán, "el lugar donde nacen los dioses"
Olvidemos los tópicos sobre la Ciudad de México y activemos nuestros sentidos: se trata de una capital que viaja a gran velocidad, animada y agradable pero al mismo tiempo ruidosa y caótica; veinte millones de habitantes viven aquí a un ritmo desenfrenado y es, en definitiva, una ciudad tan difícil de describir como desbordante... no hay otra opción: la Ciudad de México hay que vivirla y no se puede hacer otra cosa que dejarse envolver por su energía.
Antes de sumergirnos en la locura de Ciudad de México, vamos a descubrir Teotihuacán, "el lugar donde nacen los dioses", a unos 50 kilómetros de Ciudad de México. Podría describirse como la Nueva York de Mesoamérica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987 y que pronto se convirtió en uno de los yacimientos arqueológicos más fascinantes de México.
Frida Khalo, la artista icónica del Novecento
Justo después de comer regresamos a Ciudad de México y nos dirigimos hacia el sur de la ciudad para llegar a "La Casa Azul", el universo íntimo de Frida Kahlo, la artista icónica del siglo XX; fue en esta residencia donde Frida vivió la mayor parte de su vida, primero con su familia y años después con Diego Rivera. ¿Qué tal si justo después damos un paseo por las trajineras de Xochimilco? Pasear por estos jardines flotantes es otra de las cosas que no podemos perdernos en esta ciudad.
Pero el día no acaba aquí porque México también es comida y cultura culinaria: ¿preparados para nuestra cena de bienvenida? ¿Y para probar el tequila? Frida decía: 'Doctor, si me deja beber este tequila, le prometo que no tocaré ni una gota en mi funeral'... ¡así que palante y ándale!
Los pueblos mágicos
Cholula y Puebla: los pueblos mágicos
Nos levantamos temprano para aprovechar los últimos momentos por Ciudad de México. Justo después pondremos dirección a la que es nuestra siguiente parada en este viaje: los pueblos mágicos de Cholula y Pueblo. En Cholula podemos visitar la zona arqueológica, con los santuarios precolombinos más antiguos de América, y las pirámides, que son las más grandes del mundo de base. Después, llega el momento de la hermosa Puebla, cuya atmósfera colonial nos embriagará por completo: podemos visitar el barrio de los artistas, la Catedral, el barrio de los sapos o el mercado de Parian, entre otros.
Llegamos por fin a Oaxaca
Descubriendo la zona arqueológica de Monte Albán
¡Despiertaaaaaa! Esta mañana salimos temprano para llegar a la zona arqueológica de Monte Albán, a la que dedicaremos la primera parte del día; es una de las ciudades más antiguas de Mesoamérica y el centro cultural y político más importante de la civilización zapoteca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
¡Artesanía, comida y mezcal!
Tras esta inmersión en la historia regresamos a Oaxaca, dispuestos a pasar toda la tarde en esta vibrante ciudad que, si quisiéramos, podría resumirse en tres palabras: tradiciones, gastronomía y artesanía.
Oaxaca, según los premios World's Best de Travel and Leisure, se ha ganado el título de ciudad más bella del mundo en 2020.
Ahora sí, ha llegado el momento: arte, arquitectura, naturaleza, gastronomía, historia y cultura, Oaxaca es todo esto y mucho más, un derroche de colores y casas coloniales que te conquistan a primera vista: desde los mercados (el de Benito Juárez es imprescindible) hasta los lugares donde degustar deliciosos tacos, pasando por el casco antiguo y las casas de colores, hasta las increíbles playas... ¡Oaxaca no nos decepcionará! Y para la hora de comer, ¿qué tal un buen plato de chapulines?
La artesanía oaxaqueña también es famosa... por no hablar del mezcal, el licor de agave que se ha convertido en la estrella de todos los bares de moda del país. ¿Listo para disfrutar de la vida nocturna mexicana?
Descubriendo los alrededores
Hierve el Agua y las bodegas
Hoy podemos aprovechar para descubrir los alrededores de Oaxaca, donde encontramos atracciones naturales con encanto propio. Primero podemos visitar Hierve el Agua, un balneario natural que parece haberse detenido en el tiempo. A primera vista, se tiene la impresión de estar ante una enorme cascada de hielo, pero en realidad es un conjunto de formaciones rocosas.
Después podemos visitar una típica bodega de mezcal (y de paso, probarlo, que habrá que aprovechar la ocasión). Para cerrar el día por todo lo alto, podemos visitar algunos mercados típicos de alebrijes. Y para cenar, ¿qué tal algo típico mexicano como los tacos?
San José del Pacífico: el pueblo mágico
Temazcal... ¡pero no solo!
Con pena en el corazón, esta mañana dejamos Oaxaca para ir a San José del Pacífico, también conocido como "El Pueblo Mágico". El viaje no será cosa de poco: atravesaremos las montañas Sierra Madre, cuyas vistas nos dejarán sin aliento.
Llegamos a San José del Pacífico: estamos a 2.500 metros sobre el nivel del mar y desde aquí la vista de las montañas y el bosque es realmente espectacular. Este pequeño pueblo, de hecho, está literalmente en las nubes, envuelto en una niebla que lo convierte en un lugar ideal para la relajación, las excursiones por la naturaleza y otras actividades "místicas" que merecen ser experimentadas... Sugeriremos una en particular, pero no vamos a hacer spoiler: ¡lo descubrirás allí!
Si tienes frío (¡sí, a esta altura necesitarás algo bien gordo!), una de las actividades más populares que se pueden hacer en San José del Pacífico es el tradicional Temazcal o albergue de sudor. Estamos en un clima húmedo, rodeados de un exuberante bosque, que hacen de este el entorno perfecto para disfrutar de un baño de vapor tradicional, así que, ¡ropa fuera y al temazcal!
De camino a Huatulco
Relax en San José y degustación de café
Nuestro sexto día por tierras mexicanas es bastante relajado: nos despertamos con tranquilidad y tenemos algo de tiempo libre para pasar en San José. Podemos hacer una de las muchas rutas de senderismo de la zona, pero también podemos hacer algo más relajante, como un buen café con vistas a la montaña.
A primera hora de la tarde salimos en dirección al océano, pero antes de llegar a Huatulco ¿qué tal una parada cerca de Pluma Hidalgo? Al fin y al cabo, esta zona es famosa por su café y no podemos evitar hacer una pausa para una degustación. También podemos parar en San Mateo Rio Hondo y hacer una de sus muchas rutas. ¡Tenemos donde elegir!
Después de estas visitas, volvemos a poner rumbo a Huatulco. Para cenar podemos probar algo típico de estas tierras, como el guisado o los chapulines: le daremos a nuestro estómago lo que nos pida.
Navegando por la bahía de Huatulco
Huatulco: el paraíso del Pacífico mexicano
¿Preparado para sumergirte en el agua? Esta mañana nos despertaremos en Huatulco, que ya en 2005 se convirtió en la primera comunidad turística sostenible del continente americano y la tercera del mundo. De hecho, en esta zona se encuentra el Parque Nacional Huatulco, un área natural protegida desde 1998, con cientos de especies raras y 35 kilómetros de costa, a lo largo de los cuales se encuentran nueve maravillosas bahías: San Agustín, Chachacual, Maguey, El Órgano, Santa Cruz, Chahué, Tangolunda, Conejos y Cacaluta.
Exploraremos las bahías más bonitas en un viaje en barco, ¡una verdadera inmersión en la naturaleza mexicana!
A lo largo de la costa: Mazunte y alrededores
Mazunte, Zipolite y Punta Cometa
Playas paradisíacas, ambiente relajado y sostenibilidad: ¡Mazunte es todo esto y más! Hoy dedicaremos el día a esta zona.
Punta Cometa es uno de los lugares que no podemos perdernos en este día que pasaremos en Mazunte: es la montaña más alta del Pacífico Sur, y se considera un lugar sagrado para los lugareños. Desde aquí arriba el amanecer y el atardecer son espectaculares... imagina la vista del océano desde ambos lados, los pescadores pescando y pasando a tu lado, lleno de cangrejos rojos y mariposas: simplemente maravilloso.
Por no hablar de Zipolite, un pequeño pueblo a 15 minutos de Mazunte, decididamente bohemio (¡y entenderás por qué!); añade a esto una fascinante y respetable cultura culinaria y tendrás la receta perfecta para este día en el paraíso.
De camino a Puerto Escondido
Desgraciadamente, ya es hora de dejar Mazunte, pero no te preocupes: seguimos por la costa y el océano siempre estará ahí, a nuestro lado. ¡Antes de llegar a Puerto Escondido (¡que no necesita presentación!) podemos hacer un par de paradas en el camino, para visitar la reserva de La Ventanilla o ¡incluso montar las olas con una sesión de surf!
Por la tarde podemos vivir una experiencia única de este lugar, que es la liberación de crías de tortuga al mar en la Playa Bachoco. Desde luego, para los amantes de los animales será una emoción difícil de explicar (y olvidar).
Puerto Escondido: mar y relax
Puerto Escondido, el secreto oculto de las comunidades hippies de los 70
Puerto Escondido es el destino ideal para los que buscan unos días de tranquilidad en la playa, o aquellos amantes del sur. Este lugar, literalmente inexplorado, fue en su día un lugar remoto, descubierto por una comunidad hippie en los años 70, y ahora es conocido como una "meca" entre los surfistas de todo el mundo.
Pero no sólo hablamos de surf. Puerto Escondido cuenta con extensas playas con vegetación y enormes lagunas protegidas donde se puede nadar entre cientos de especies animales.
Playa Zicatela (la tercera mejor playa de surf del mundo) es una visita obligada incluso para los que no saben surfear, para disfrutar de uno de los atardeceres más espectaculares de México desde la comodidad de la arena dorada de su playa.
Y entre una ola y una puesta de sol, llega la hora de nuestra cena de despedida: ¡tequila para todos y un brindis por esta aventura!
Adiós, México, adiós
Check-out y despedidas
Es hora de despedirnos: ¡hasta la próxima aventura con WeRoad!
