Itinerario - Colombia 360º: de Bogotá a Cartagena

Los vuelos hacia/desde España no están incluidos en el paquete, así que puedes decidir desde qué aeropuerto quieres salir, a qué hora y con qué compañía aérea... Esto es para darte la máxima libertad de elección.

Check in en el hotel y reunión de bienvenida, ¡así funciona! Estamos listos para comenzar esta aventura con el pie derecho, ¡vamos a contagiarnos del ritmo latino de Bogotá! Aprovechemos estas primeras horas en suelo colombiano para familiarizarnos entre nosotros y con este nuevo país, ¡del que seguro nos enamoraremos al final del viaje!

Allá vamos: es hora de explorar Bogotá. ¿Y qué mejor manera de ver una ciudad tan grande e importante que desde las alturas? Por unos pocos euros se puede subir en teleférico hasta la cima del Cerro de Monserrate. Por mucho que la altitud se haga sentir, y probablemente nos quedemos sin aliento una vez en la cima, la vista de la inmensa ciudad en medio del valle será realmente emocionante: la mejor manera de empezar a descubrir esta ciudad.

Por la tarde exploraremos la Candelaria, el centro histórico de la capital, que serpentea alrededor de la Plaza de Bolívar. Paseamos por las estrechas calles del barrio, donde admiramos no sólo los bellos edificios coloniales, sino también los murales de los artistas callejeros sudamericanos más importantes, que se han convertido en una atracción en sí mismos. La Candelaria alberga el famoso Museo del Oro, esencial para comprender la historia de la Colombia precolonial, y el Museo Botero, dedicado al artista más famoso de Colombia.

Nos levantamos temprano por la mañana porque nuestra aventura no espera: llegamos al aeropuerto y tomamos el primer vuelo interno de este viaje, rumbo a Salento, uno de los pueblos más antiguos del Quindío. Dejamos las mochilas en el hotel y nos disponemos a explorar los alrededores: Salento está enclavado entre hermosas montañas verdes donde crecen exuberantes cafetales. Encontramos un pequeño restaurante donde ponernos algo entre los dientes para almorzar y estar listos para descubrir todos los secretos de la bebida más famosa de estos lares: ¡el café!

Salento y las vecinas Filandia y Armenia basan su economía en la producción de café: estamos en la zona cafetera de Colombia, la más famosa en lo que a esta bebida se refiere. ¿Cómo ocupamos la tarde aquí? Evidentemente, visitando una finca cafetera para descubrir todos los secretos de su producción, desde la recolección hasta la degustación del arábica local. Nuestro guía nos llevará por las plantaciones, explicándonos cuándo es el momento adecuado para cosechar los preciados granos, y luego nos relajaremos con los lugareños y una buena taza de café.

¿Listos para ver las palmeras de cera más altas del mundo? Esta mañana nos sumergimos en la naturaleza colombiana y lo hacemos explorando el Valle del Cocora, situado a 15 km al este de Salento y que se extiende hasta las laderas del Parque Natural de los Nevados. Nada más llegar al parque, destacan de inmediato las altas palmeras que dominan el paisaje: pueden alcanzar hasta 60 metros de altura y son también el árbol nacional de Colombia. Podemos explorar el valle a pie, a caballo o en los históricos jeeps colombianos, llamados Willys - atravesaremos bosques y ríos, y si obervamos con atención puede que incluso veamos a los colibríes que habitan estos parajes.

Después del almuerzo tenemos un recorrido por Salento, el momento perfecto para descubrir un poco más sobre esta ciudad. Aquí podemos encontrar muchas tiendas de artesanías colombianas que venden productos locales. Por supuesto, es sólo el cuarto día, pero no es demasiado pronto para comprar algunos recuerdos de viaje, ¿verdad? Cuando nos damos cuenta de que se acerca la hora de la puesta de sol, nos trasladamos al Mirador, desde donde podemos admirar una vista de Salento y sus alrededores... ¡y de vuelta al centro para cenar!

Nos levantamos temprano porque hoy tenemos un vuelo a Medellín. Llegamos sobre la hora de comer: estamos en la ciudad de Pablo Escobar, que casi todo el mundo asocia con las escenas de Narcos.... pero que en realidad tiene mucho más que ofrecer. Nombrada por la revista Time como la ciudad más innovadora del mundo en 2013, Medallo, como la llaman cariñosamente sus habitantes, es un símbolo de la Colombia que renace y mira hacia adelante.

En dos días exploramos Medellín a lo largo y ancho, montando en metro, teleférico y tranvía, medios de transporte que se han convertido en símbolos de la innovación de la ciudad. Esta tarde, sin embargo, nos dedicamos a una parada obligatoria: un recorrido a pie por la Comuna 13, antiguamente un barrio violento aferrado a la montaña, hoy convertido en un sitio turístico gracias a un singular sistema de escaleras mecánicas al aire libre construido por el municipio para facilitar la movilidad de sus habitantes. Será increíble ver con nuestros propios ojos cómo se ha revalorizado este barrio tras años de abandono: ¡esa es la magia de Medellín!

Pasamos todo el día en la bella Guatapé, también conocida como la ciudad más colorida de Colombia. No muy lejos se encuentra también el famoso Peñón de Guatapé, también llamado Piedra del Peñol, un monolito de granito que es monumento nacional: para llegar a la cima hay que subir bastantes escalones, pero aparentemente la vista es una de las más hermosas de todo el país, y ya que estamos aquí... ¡piernas al hombro! Elijamos lo que elijamos, por la noche ya estamos en Medellín y podemos vivir en nuestra piel parte de su vida nocturna. ¿Bailar?

Tercer día en Medellín, ¡y no nos queda más remedio que elegir! Podemos empezar por El Basurero de Moravia, un antiguo vertedero de 30 metros reconvertido en guardería, y seguir por Ayacucho, una calle peatonal rodeada de murales y atravesada por un tranvía muy moderno.

Luego está Ciudad del Río, el parque de la ciudad, lugar de encuentro juvenil, que rodea el MAMM, Museo de Arte Moderno; el Parque de los Deseos, lugar de encuentro popular, desde el que se accede a la hermosa Universidad de Antioquia, al maravilloso Jardín Botánico y al museo interactivo de ciencias Parque Explora.

Otra posibilidad es volver a la Comuna 13 con otros ojos. Hace dos días visitamos la zona más animada, pero la Comuna 13 está construida sobre una colina y al otro lado viven miles de personas que tienen menos oportunidades de tener contacto con los viajeros. Aquí tenemos la oportunidad de apoyar un proyecto social local dedicado a los niños de la Comuna, para que puedan enriquecer su educación, estar seguros y tener una alternativa a la pobreza que caracteriza esta zona. La fundadora nos hablará de su proyecto y tendremos la oportunidad de ser parte activa del centro, jugando al fútbol con los niños que acoge, o aprendiendo a cocinar algunos platos típicos o simplemente pasando tiempo con ellos. Si estamos dispuestos a abrir nuestro corazón y nuestra mente, ¡esta actividad podría afectarnos más de lo que esperamos!

Es hora de decir adiós a Medellín y continuar con nuestro viaje de descubrimiento por Colombia: también esta mañana, el despertador suena temprano porque tenemos que coger un vuelo: ¡Santa Marta, allá vamos! Dejamos atrás el interior del país y por fin vemos el océano. Desde Santa Marta, donde llegamos en nuestro vuelo, tenemos un traslado que nos lleva hasta la entrada del Parque Nacional Tayrona, un verdadero paraíso colombiano, donde pasamos la noche... ¡en una tienda de campaña! Más local que eso...

El Parque Tayrona es muy extenso: comprende unos 120 kilómetros cuadrados de territorio protegido y 30 kilómetros cuadrados de aguas marinas ricas en coral. Nuestro campamento está muy cerca del mar, así que tenemos toda la tarde para disfrutar de este paraíso o explorar los alrededores haciendo senderismo. Hemos venido hasta aquí para sumergirnos en la paz de la naturaleza, por lo que el impacto humano aquí es mínimo para no alterar el equilibrio del parque. Tendremos que adaptarnos a él y a sus habitantes (hablamos de plantas y animales, sí, incluso insectos) - esta noche será aún más mágica, ya que dormiremos bajo el cielo estrellado en tiendas de campaña. ¿Listo para superar tus límites y vivir una noche que nunca olvidarás?

Nos despertamos en el Parque Tayrona, ¡así que aprovechémoslo! Podemos pasar la mañana relajándonos junto al mar o sumergiéndonos en la naturaleza. Por la tarde tomaremos un autobús a Cartagena vía Santa Marta. Será extraño volver a la vida de la ciudad después de nuestra noche en el parque, ¡pero el viaje debe continuar! Pasaremos la noche en Cartagena, la joya de la corona de la costa caribeña.

Podemos pasar la mañana a nuestro aire. Así que disfrutemos de la ciudad, exploremos los distintos barrios, compremos algunos recuerdos o vayamos a una de las playas cercanas a darnos un chapuzón en el mar.

Pero hagamos lo que hagamos, iremos despacio, ¡al fin y al cabo estamos en el Caribe!

Por la tarde, y en nuestro afán por meternos en la piel de esta fascinante ciudad, podríamos hacer una visita guiada por el barrio de Getsemaní, ¡o una clase de salsa! Nadie nace bailarín y todos somos compañeros en esta aventura: ¡divirtámonos!

Es nuestro segundo día en Cartagena, así que hagámoslo especial. Hoy es el día en el que por fin podremos llegar a mar abierto con una excursión de día completo a las hermosas Islas del Rosario, las 31 islas que conforman el Parque Nacional Natural Corales del Rosario, una preciosa colección de ecosistemas, habitados principalmente por arrecifes de coral, peces de colores, crustáceos y otras especies.

En barco llegaremos a una de estas islas, donde disfrutaremos de un día de descanso, tomando el sol, disfrutando del mar y tomando algo en la playa.

Si tenemos ganas de aventura y adrenalina, no faltan los deportes acuáticos, así como la posibilidad de practicar snorkel y descubrir el mar desde este nuevo ángulo.

Volvemos a Cartagena para prepararnos a disfrutar del ambiente de las noches colombianas. Entre sabores exóticos, coloridos cócteles y divertidos bailes, ¡será una velada inolvidable!

Desgraciadamente, hoy es nuestro último día en Cartagena. En esta ciudad se respira un ambiente de 'qué bien no hacer nada' y definitivamente lo necesitamos después de largos traslados, locas aventuras y vuelos internos. Tenemos todo el día para descubrir cada rincón de esta ciudad y dejarnos encantar por sus calles llenas de casas de colores, comprar algunos recuerdos para llevar a los amigos o para nosotros mismos y degustar algunos platos típicos: ¡la cocina local es una de las mejores del país!

O podemos decidir pasar un día más en la playa, una última inmersión completa en el Caribe.

¡Adiós, y hasta la próxima aventura WeRoad!