Tras nuestra llegada a San José, tomamos un momento para descansar del viaje. Si llegamos temprano, podemos explorar el centro, visitando el Teatro Nacional o el Museo del Oro. Por la noche, nos dirigimos al barrio Escalante, conocido por su oferta de bares y restaurantes. Ideal para probar nuestro primer casado: arroz, frijoles, ensalada, plátano frito y carne o pescado.

Empezamos el día temprano, listos para un viaje por carretera hacia Cahuita, un encantador pueblo en la costa caribeña de Costa Rica. Este pequeño paraíso es conocido sobre todo por su maravilloso Parque Nacional, una reserva natural que ofrece paisajes impresionantes y una biodiversidad extraordinaria. Durante el trayecto, disfrutaremos de los paisajes costarricenses y de las muchas tonalidades de verde de la selva tropical.

Una vez llegados a Cahuita, es hora de relajarse en sus playas paradisíacas. Podremos elegir entre arenas negras volcánicas o blancas de coral, ambas enmarcadas por aguas cristalinas. Las playas de Cahuita son perfectas para pasar un día de relax, ya sea caminando por la orilla, practicando snorkel o simplemente disfrutando del calor del sol caribeño. Un verdadero rincón de tranquilidad donde dejar atrás las preocupaciones y empezar nuestra Pura Vida.

Hoy nos sumergimos en la naturaleza salvaje del Parque Nacional de Cahuita, un rincón paradisíaco con senderos por la selva tropical y magníficas oportunidades de snorkel. Si las condiciones lo permiten, exploraremos el arrecife de coral, un ecosistema riquísimo en vida marina. Nadaremos entre peces tropicales de colores vibrantes, rayas y, con un poco de suerte, también podremos ver pequeñas tortugas marinas que habitan estas aguas cristalinas. Por la tarde, exploraremos la fauna terrestre del parque. Con la ayuda de un guía experto, buscaremos monos, perezosos y una variedad de aves tropicales como tucanes y loros. Una experiencia que nos sumerge de lleno en la extraordinaria biodiversidad de Costa Rica.

Pero el día no termina aquí! Tras las excursiones, regresamos a Cahuita para relajarnos en la playa y admirar nuestro primer atardecer caribeño. Con el cielo teñido de naranja y rosa, es el momento perfecto para disfrutar de un cóctel refrescante y dejarnos tentar por un casado caribeño, una versión local del famoso plato costarricense. Una experiencia que nos conecta aún más con la vida local y la cultura caribeña de Cahuita!

Después de un merecido descanso, es hora de seguir con nuestra aventura. En un breve trayecto de unos 30 minutos, llegamos a Puerto Viejo de Talamanca, un pueblo vibrante, famoso por su cultura afrocaribeña y sus maravillosas playas. El ambiente aquí es informal y acogedor, perfecto para descubrir nuevos rincones naturales y sumergirse en el ritmo relajado de la costa caribeña.

Con las tablas de surf listas, nos dirigimos a Playa Cocles, una de las playas más famosas de la zona, conocida por sus olas perfectas tanto para principiantes como para quienes ya tienen algo de experiencia. Si nunca hemos hecho surf, ¡este es el momento ideal para tomar una clase y aprender! Y para quienes ya lo han probado, será la ocasión perfecta para mejorar. Y tú, de qué equipo eres? Surf o relax?

Hoy estamos listos para una experiencia única, descubriendo la cultura y las tradiciones del pueblo indígena Bribri. Comenzamos el día con una visita a las plantaciones de cacao, donde aprenderemos todo sobre el proceso de producción del chocolate, desde la planta hasta la tableta. Sabías que en Costa Rica el cacao se considera sagrado? Hoy será el momento perfecto para conocer la historia de esta planta tan importante. También tendremos la oportunidad de probar chocolate fresco, preparado según las antiguas tradiciones locales.

Después de la visita a la finca, nos dirigiremos hacia una preciosa cascada escondida en la selva, un lugar encantador donde sumergirnos en la naturaleza y respirar serenidad.

Por la tarde, nos aventuramos en el Refugio Nacional de Vida Silvestre Gandoca-Manzanillo, un área protegida con una biodiversidad increíble. Aquí haremos una caminata por la selva tropical, donde podremos observar la fauna local, incluyendo monos, aves y muchas otras especies. Si las condiciones del mar lo permiten, también tendremos la posibilidad de hacer snorkel en las aguas cristalinas de Manzanillo, explorando el arrecife y su increíble belleza. ¡Un día lleno de cultura, naturaleza y aventura!

Hoy salimos temprano para llegar a Tortuguero, un rincón de naturaleza virgen conocido como la “Pequeña Amazonía” por su extraordinaria biodiversidad. El viaje será toda una aventura, ya que incluye un evocador recorrido en barco por los canales de la selva tropical, donde tendremos la oportunidad de observar de cerca la fauna local, como monos, aves y – con un poco de suerte – también caimanes y tortugas. La atmósfera única de este lugar nos acogerá con su naturaleza salvaje y pura.

Si estamos en Costa Rica entre julio y octubre, podremos participar en una emocionante excursión nocturna para observar a las tortugas marinas desovando en la playa. Este es uno de los fenómenos naturales más fascinantes que ofrece Costa Rica, y presenciar la anidación de tortugas es una experiencia inolvidable.

Listos para la última aventura de nuestras vacaciones? Hoy exploramos el Parque Nacional de Tortuguero de forma íntima y aventurera, con una emocionante excursión en kayak por los canales entre los manglares. Después de un buen almuerzo reconfortante, nos dirigimos de nuevo a la capital, San José, para nuestro viaje de regreso.

Pero antes de terminar, aún tendremos tiempo para disfrutar de una última noche especial... con fiesta en San José! Por la noche, para despedirnos a lo grande, iremos a descubrir los lugares más auténticos donde bailar, divertirnos y saborear el ambiente animado de esta maravillosa aventura vivida juntos. Una noche de música y alegría para cerrar este viaje extraordinario en Costa Rica y de Pura Vida.

Este increíble viaje ha llegado a su fin y es el momento de despedirse... ¡pero no hay que estar tristes, porque esto no es un adiós, sino un hasta luego! Ha llegado el momento de la despedida: ¡hasta la próxima aventura de WeRoad!